Saturday, December 02, 2006

A mí ninguna cárcel me detiene!

Buenassss!!! Chavas/os, he recordado otra anécdota (por fin!) que pasó cuando yo estaba en la preparatoria y vale la pena postearla.

Estando en el cole, ya era hora de salir para irnos a nuestras casas (yo era de los que cuando salía se iba directito a su casa, desde de mocoso hasta mi carrera, y siempre a la hora que debía, para nada me quedaba). Pero por desgracia estábamos todos castigados y no podíamos irnos, lo bueno es que YO SI PUDE ESCAPARME. Hasta la puerta de la entrada, que era el único acceso, salida y entrada, estaba bien cuidada por los vigilantes para que nadie saliera.

Recodé que la barda del fondo del patio era de puros alambres y estaba muy descuidada, así que lo que hize fue jalar los alambres hasta poder hacer una abertura y abrirme paso por ahí (Jijijijijiji!!!), además, el fondo del patio estaba muy abandonado que nadie se iba para allá, así que solo era cuestión de ir con cautela para que no me pillara ningun guardia y luego decir ADIOS.

Además como soy tan delgado no me costó nada pasar entre los alambres (ni siquiera mi ropa sufrió alguna rasgadura), otro más gordo nunca hubiera pasado por ahí y se hubiera atorado en el intento y además se le hubiera rasgado la ropa.

Que bien me sentí entonces y que bien me hace recordarlo, jajajajajaja!!!

Por cierto, antes de que me olvide, postearé otra anécdota divertida que viví con ese que les mencioné que se fue a Tucumán (ó Córdoba). No dejen de leerme.

Saludotes, abrazotes y besotes.

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur